La poliomielitis es una enfermedad muy contagiosa causada por un virus que invade el sistema nervioso y puede causar parálisis en cuestión de horas.
El virus se transmite de persona a persona, principalmente por vía fecal-oral o, con menos frecuencia, a través de un vehículo común, como el agua o los alimentos contaminados, haciendo que el virus se multiplique en el intestino.
Los síntomas iniciales son fiebre, cansancio, cefalea, vómitos, rigidez del cuello y dolores en los miembros. Una de cada 200 infecciones produce una parálisis irreversible (generalmente de las piernas), y un 5% a 10% de estos casos fallecen por parálisis de los músculos respiratorios.
La poliomielitis afecta sobre todo a los menores de cinco años. Esta enfermedad no tiene cura, pero es prevenible cuando se administra varias veces la vacuna antipoliomielítica, que puede conferir una protección de por vida.
En México desde hace 20 años no existen casos de poliomielitis, debido a la implementación de campañas de vacunación. Sin embargo, Mauricio Hernández Ávila, Director del INSP, reconoció que existe un riesgo de que resurja esta enfermedad ya que todavía existen países en los cuales se registran estos casos. Ante esta situación, en México se continua con el Esquema de Vacunación Universal, el cual alcanza una cobertura de inmunización mayor a 95% en menores de 4 años.