Publicado el 06/02/2017
Categoría: Salud
dieta

Las dietas extremas y los planes de pérdida de peso ya no están de moda. Ahora lo que importa es sentirse bien, fuerte y sano. Se trata de saber qué comemos y cuándo lo comemos, y una vez lo asimiles, verás que no es nada difícil.

 

Deja el azúcar blanca y comienza a consumir azúcar morena, o aún mejor, consume miel de abeja que además de endulzar 25 veces más, da un sabor delicioso y nutritivo; la miel es conocida como un antibiótico natural. Tiene numerosas propiedades: antisépticas, fortificantes, calmantes, laxantes, diuréticas y bactericidas. Se recomienda tomar una cucharadita al día, sola o mezclada con zumo, yogur, infusión.

 

El queso no es malo, pero hay quesos que son menos dañinos que otros, por ejemplo, los que se hacen a partir de la leche de oveja, como son el queso feta o el manchego, los quesos de cabra o la exquisita mozzarella de búffala. Lo importante es saber de qué animal provienen, pues cuanto más sano es ese animal más sano es el queso que da. Mantenerse en opciones orgánicas es la mejor forma de conocerlos.

 

Come pescado pero con precaución; recuerda que el mercurio está relacionado con un incremento del riesgo de padecer Alzheimer. Por lo que es mucho mejor abusar de la ingesta de anchoas, sardinas o pescados más pequeños y dejar que los grandes no se queden con el protagonismo de nuestra dieta. Porque, como en todo, el éxito está en saber combinar sin abusar.

 

¿Qué consejos nos darías tú?

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