Próximos a celebrarse en París, los Juegos Paralímpicos son la mayor competición internacional para deportistas con discapacidad. Según información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que mil 300 millones de personas sufren algún tipo de discapacidad física, intelectual o visual, es decir, el 16 por ciento de la población a nivel mundial.
Como cada 4 años, las delegaciones deportivas se reúnen para competir en distintas disciplinas organizadas por el Comité Paralímpico Internacional (IPC por sus siglas en inglés), quienes se encargan de agrupar a los atletas según su discapacidad específica o también llamadas “capas de discapacidad” por delegaciones nacionales. Bajo este contexto, la falta o disminución de movilidad de alguna extremidad corporal hace necesaria la innovación técnica para que los deportistas puedan participar ya sea con el apoyo de una prótesis, órtesis o una silla de ruedas.
Como parte de su compromiso social y apoyo a este colectivo, la organización alemana Ottobock ha patrocinado los Juegos Paralímpicos desde Seúl 1988 y fomenta el deporte entre sus usuarios a nivel mundial. De hecho, la empresa líder en dispositivos de movilidad instala en cada edición de los Juegos centros de servicio de reparación técnica en la Villa Paralímpica a disposición de todos los atletas, ya que, para alcanzar el mejor rendimiento deportivo, los aparatos protésicos y sillas de ruedas no deben tener rupturas ni fisuras y deben estar correctamente ensamblados. Con ello se evitan accidentes y se apoya a los deportistas a relacionarse mejor con los aparatos.
Responsable de Academy y protesista en México y LATAM de Ottobock, René Govea juega un papel importante en el proceso y adaptación de estas tecnologías que favorecen el desempeño deportivo de los paratletas, que representan a México, Centro América y el Caribe, en las distintas disciplinas de alto rendimiento. Pero ¿cuáles son estos avances tecnológicos?
“Para las competencias de velocidad o resistencia, los pies protésicos amortiguan las cargas elevadas que se producen al correr o saltar además de brindar estabilidad y control en movimientos rápidos y espontáneos. Mientras que la articulación de rodilla deportiva brinda resistencias dinámicas de flexión y extensión entre sí para controlar la fase de balanceo.’’, aseguró Govea.
Pasos gigantes para la inclusión de paratletas
Fue en la década de los 80 que se implementó el uso de las prótesis deportivas para correr, antes de esto, algunos atletas con amputación transfemoral solían correr con prótesis de uso diario mientras que otros llevaban el pie de carbono directamente a su muñón, por lo que se dificultaba la flexión y la realización de los movimientos de forma natural que la mayoría de los deportes exige.
Con más de 100 años de experiencia en la fabricación de prótesis y sillas de ruedas deportivas, la firma alemana Ottobock lidera el desarrollo e investigación de tecnologías en el campo de la movilidad que, sin duda alguna, ha favorecido que los atletas mantengan competencias justas para colocarse en el medallero de los Juegos Paralímpicos de una forma satisfactoria.
‘’La implementación de esta tecnología permite un mejor desempeño para el atleta, reduciendo el esfuerzo cardíaco, aprovechando al máximo el impulso muscular y como consecuencia, mejores resultados, incluyendo la motivación y seguridad para los atletas de las diferentes disciplinas.’’, concluye el protesista de Ottobock.
Además de las características físicas y mentales para participar en eventos deportivos de alto rendimiento, existen protocolos que se deben seguir tras ser candidato a una prótesis deportiva, como la valoración protésica en la que el muñón y la condición general del candidato permite determinar las características individuales de los atletas para así seleccionar los componentes disponibles para realizar actividades deportivas de manera competitiva.
En temas de movilidad, los Juegos Paralímpicos París 2024 sobresaldrán por la implementación de aparatos tecnológicos, sillas de ruedas y el uso de prótesis con soluciones menos invasivas entre los 4,440 participantes llegados de lo 182 países. Desde Seúl 1988, Ottobock ha sido patrocinador oficial de los Juegos Paralímpicos, ofreciendo servicios de reparación para equipamiento de los competidores.