Publicado el 06/10/2021
Categoría: Estilo de Vida
Paralisis Cerebral

Carolina Giorgi fue diagnosticada a los dos años con diplejía espástica. Se sometió a dolorosos tratamientos médicos para mejorar su capacidad motriz. Soñaba con ganar autonomía y experimentarla en el exterior. Contra todos los pronósticos, lo hizo. “Ojalá existiera ese lugar donde la inclusión no sea un problema, pero todavía no lo conozco”.

Lo que siguió fue complicado. Tuvo que someterse a dos dolorosas cirugías para poder desplazarse con bastones cuando antes usaba una andadera. Además toleró turnos sistemáticos de estimulaciones tempranas, sesiones de kinesiología diarias y otros tratamientos innovadores en el exterior.

Consciente de su condición y de sus limitaciones, mantuvo un objetivo ambicioso y conciso: quería ganar autonomía. Esa era su meta, para eso se preparó toda su vida. Decidió un momento controversial para demostrarle al mundo sus logros: la pandemia por COVID-19.

Había escuchado las aventuras de su prima por las calles de París y no pudo evitar tentarse: se imaginó en el mismo lugar, aún cuando tuvo que aplazar su plan de vida algunos meses.

Planificar un viaje con algún tipo de movilidad reducida presenta un desafío mayor del habitual. Hay que pensar en todo.

“Desde el principio elegí el destino barajando mis dificultades, qué tan accesible sea y qué desafíos específicos presenta. La localización del alojamiento, los servicios y el transporte público son factores a tener en cuenta”, explica la joven. Otro detalle no menor era el armado de la valija: “Toda la ropa elegida tiene que ser cómoda y fácil de poner, ya que debería hacerlo por su cuenta. En el caso de esto puede implicar sólo un artículo conmigo ya que mis manos están ocupadas con los bastones”.

Carolina Giorgi para INFOBAE.

En febrero de 2021, salió de Argentina con una valija, una mochila, sus bastones y su silla de ruedas.

Poco a poco los desafíos se hicieron rutina. Caro aprendió a escuchar y a pedir ayuda. “A comprar solo lo que podía llevar, a tomar el transporte correcto para no caminar demás. Con un poco de paciencia e ingenio lo logré”, resalta.

En sus seis meses de experiencia en el exterior no solo se formó académicamente, sino que se nutrió de mundo. Viajó por ciudades cercanas como Lisboa, Sevilla y París. En algunos destinos tuvo más autonomía, en otros precisó más asistencia. “Ojalá existiera ese lugar donde la inclusión no sea un problema, pero yo todavía no lo conozco”.

De vuelta en Buenos Aires, se prepara para obtener su título como licenciada en gestión de Medios y Entretenimiento. Quiere meterse de lleno en el mundo audiovisual para fomentar la inclusión.

Cambiar de aire modifica algunas cosas, nos ayuda a crecer pero no cambia quienes somos.

«Entender esto me trajo muchas frustraciones, sobre todo cuando quería mostrar mi mejor versión”.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.