Cuando estamos sanos y nada nos duele, difícilmente nos ponemos a pensar en qué pasaría si esto no fuera así. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 15% de la Población Mundial vive con algún tipo de discapacidad. Para ser más precisos, una discapacidad es una condición, donde intervienen dos factores: 1. Las deficiencias físicas, sensoriales, intelectuales o psicosociales presentes en las personas. 2. Las barreras en el entorno que limitan o impiden el acceso a los derechos humanos fundamentales.

En el marco del Día Mundial de la Discapacidad, vale la pena pensar en que las discapacidades pueden presentarse por nacimiento, accidente o enfermedad. Si a consecuencia de una de las dos últimas, quedaras imposibilitado para trabajar, desplazarte y ser autosuficiente, cómo podrías hacer frente a tu vida y la de los tuyos. 

Un seguro de vida brinda la posibilidad de contratar el beneficio adicional de protección en caso de invalidez total y permanente, lo cual puede ser de gran ayuda para conservar la estabilidad económica y dar continuidad a la realización de proyectos y metas personales.     

“Un accidente o una enfermedad podrían impedirnos continuar con nuestra vida laboral, ocasionando un doble impacto en nuestra economía, debido a que no solo dejaríamos de generar ingresos sino que además, generaríamos gastos importantes para los cuales quizá no estemos preparados, por ello la importancia de conocer que existe una cobertura de pago por invalidez, la cual puede obtenerse a través de la contratación de un seguro de vida”, destacó Arturo Zambrano, Gerente de Producto e Innovación de Seguros Monterrey New York Life. 

De acuerdo con el INEGI, cerca de 20% de los casos de invalidez a causa de un accidente, se presenta en jóvenes de 15 a 29 años, edades en donde la vida profesional y laboral están formándose, por lo que es importante tener un respaldo que asegure el logro de todos los objetivos trazados.