Uno de los temas recurrentes en este tiempo es el de la pareja como base de la familia, ya que a partir de esta relación crecen niños sanos integrados y funcionales en la sociedad, preparados para afrontar cualquier desafío durante su crecimiento incluso una discapacidad.

Hoy día, vemos una sociedad violenta, con incremento en adicciones así como  de trastornos psicológicos y esto nos lleva a reflexionar sobre lo que sucede en las parejas así como en las familias.

John M. Gottman (2010) desarrolla siete reglas de oro para vivir en pareja, que nos pueden ayudar para un análisis rápido de cómo estás en tu relación de pareja.

1. Conocimiento amplio acerca de su pareja: Matrimonios emocionalmente inteligentes conocen a sus compañeros, eventos importantes de la vida del otro, mantienen la información de lo que afecta a su pareja; preocupaciones, proyectos, esperanzas. ¿Cuánto conoces a tu pareja?
2. Cultivan el cariño y la admiración: Un sistema establecido de afecto da la sensación básica de que la pareja es respetada y amada. Los sentimientos positivos pueden salvar una pareja.
3. Se acercan al otro: Cuando la persona es valorada en la vida cotidiana, es la base de la conexión emocional, la pasión y la satisfacción sexual. No se olviden de lo importante que es la autoestima de la pareja.
4. Dejan que la pareja te influya: A la hora de tomar decisiones, respetan sus opiniones y sentimientos. Comprenden que para que un matrimonio prospere tienen que compartir el volante, ya que en esto se toman en cuenta mutuamente sus opiniones y sentimientos.
5. Resuelven problemas de manera efectiva: Es decir, suavizan el planteamiento de la discusión, aprenden a ofrecer y recibir intentos de desagravio. Se tranquilizan y de este modo, la pareja llega a un compromiso, a ser tolerante con los defectos del otro.
6. Se apoyan mutuamente para alcanzar proyectos personales y de pareja: Pasan del conflicto al diálogo. El aprender a convivir con sus diferencias puede evitar el estancamiento de la pareja.
7. Crean un sentido de trascendencia: El matrimonio, tiene también dimensiones espirituales que se refieren a la posibilidad de crear una vida interior juntos, una cultura plena de símbolos y rituales, y una apreciación de los papeles y objetivos, que unen y que llevan a comprender lo que significa una familia.

Cuanto más, se cumplan y ejerciten dichas reglas, traduciéndolas en acciones concretas y cotidianas,  estarán garantizados los resultados positivos de la pareja. Estas reglas promocionan un lazo de amistad y compañerismo, así mismo, profundizan y fortalecen el núcleo de amistad de la pareja.

Gottman  habla de “Los cuatro jinetes del Apocalipsis en el matrimonio” a medida que se desarrollan desacuerdos, discusiones  y diferencias,  surgen los cuatro jinetes que son:

Las críticas, palabras con el fin de agredir al otro, ofenderlo, denigrarlo y lastimar la autoestima del otro. Como resultado viene la apatía e indiferencia para no discutir, llevando consigo el aislarse para no salir más lastimado y caer en una actitud defensiva, ya que el agredido o lastimado todo lo ve mal, así que por el lado que lo vea siempre será negativo y esto nos lleva a una actitud evasiva, que es encerrarse o retirarse emocionalmente de la pareja.

Estos cuatro jinetes son letales para una relación y es considerado por el autor, como la negación de la existencia del otro, arrojando como resultado final la separación o el divorcio.

Cada relación es formada de acuerdo a las aspiraciones individuales y a negociaciones hechas con la pareja, ¿qué deseamos?, ¿qué anhelamos?, ¿hacia a dónde vamos? y, ¿qué estamos haciendo para que suceda? Son preguntas que toda pareja o matrimonio debe hacerse, ya que aunque se diga no hago nada, eso es también hacer algo. ¡Tomemos decisiones firmes y honestas que nos ayuden a vivir en pareja!