Publicado el 23/02/2021
Categoría: Estilo de Vida
PingPong

El tenis de mesa o ping pong es una de las actividades más importantes dentro de los deportes adaptados; contando con gran aceptación mantiene un gran poder de integración e inclusión pues puede ser practicado por personas con distintos tipo de discapacidad, además de ser éste el pionero en la combinación de todas las discapacidades (excepto de los ciegos), es el deporte más practicado por las personas con discapacidad, desde que se convirtió en deporte oficial  de los Juegos Paralímpicos de Roma en 1960.

El tenis de mesa no solamente constituye una forma sana de hacer deporte sino también un excelente medio de educación; conjuga la labor individual con la de equipo fusionando los valores personales y colectivos, siendo por ello uno de los deportes que mejor consigue los fines dentro de la rehabilitación complementaria de las personas con discapacidad, debido principalmente a que compagina reflejos, rapidez e inteligencia, además de requerir el empleo de un esfuerzo físico importante.

La mayor parte de las personas con discapacidad que practican este deporte están afiliadas a clubes o asociaciones que no hacen distinción de personas por tener alguna discapacidad permitiéndoles alcanzar un nivel de juego muy alto.

El tenis de mesa permite a la persona con discapacidad el montar e instalar su campo de juego, lo que les ofrece una autonomía que muy pocos deportes permiten. Se puede practicar durante todo el año y el costo del material o equipo no es elevado.

Se realiza en dos modalidades: de pie o en silla de ruedas. Tanto en una como en la otra se sigue el reglamento de la ITTF (Federación Internacional de Tenis de Mesa) con ligeras modificaciones en la modalidad de silla de ruedas, como cuando se realiza el saque y la pelota debe salir por la línea de fondo y no por los laterales. En los juegos de dobles, en cuanto se ha realizado el saque y la devolución es correcta cualquier jugador puede golpear la pelota, además el jugador puede apoyarse en la mesa para mantener el equilibrio, siempre y cuando no la mueva.

Debido a su gran complejidad, el deporte adaptado para personas con discapacidad intenta agrupar a deportistas con limitaciones similares con el objeto de que al competir no exista ningún tipo de desventajas.

En el tenis de mesa, las limitaciones funcionales se agrupan en torno a cinco tipos: lesiones medulares (ISMWGF), polios, amputaciones, parálisis cerebral (CP-ISRA) y otras deficiencias (ISOD).

Los partidos pueden ser individuales o dobles, como ya habíamos mencionado, de pie o en silla de ruedas, abierto y en categoría varonil y en femenil, en donde se disputan al mejor de 5 ó 7 juegos de 11 puntos cada uno, siguiendo las mismas normas de la Federación Internacional de Tenis de Mesa, con pequeñas adecuaciones, principalmente para los jugadores en silla de ruedas como el que los participantes puedan sujetarse a la mesa para mantener el equilibrio, siempre que ésta no se mueva.

Los deportistas compiten divididos en 10 clases para intentar agrupar competidores con discapacidades similares; las cinco primeras son para deportistas en silla de ruedas, las otras cinco son para deportistas en pie:

La silla de ruedas, debe tener 2 ruedas grandes y una pequeña como mínimo, se pueden ajustar los reposapiés siempre y cuando los pies no toquen el piso, de ser así se anulará el punto, además de que la silla no deberá estar sujeta a ninguna parte superior de la rodilla, excepto cuando exista alguna causa médica.

Medidas de la mesa: Las dimensiones de la mesa de juego son las mismas que las que se utilizan en el tenis de mesa tradicional: 2,74 M de longitud y 1,525 M de ancho, situada en un plano horizontal de 76 Cms. del suelo con un área de juego de, como mínimo, 14 M de largo, 7 M de ancho y 5 M de altura delimitada por vallas de 75 Cms. de alto. Debe permitir el acceso en silla de ruedas.

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