Publicado el 25/11/2016
Categoría: Sociedad

“El asesinato de odio feminicida se trata de un genocidio que se materializa con la muerte de la víctima y también con la muerte del victimario, ya que con ese acto el agresor se deshumaniza a sí mismo”. Patricia Ravelo Blancas

 

La Investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, (CIESAS) experta en Estudios de Género, violencia contra la mujer, trata y feminicidios, refiere que en México se vive lo que llama el “asesinato misógino”, el cual tiene sus orígenes desde la época de mayor violencia en Ciudad Juárez, Chihuahua, hace más de 20 años.

“El asesinato misógino es perpetrado con saña y odio, se visibilizan prácticas extremas de crueldad, lo que lo convierte en un asesinato sádico, y esta especie de ‘basurismo’ humano es el sello ya de nuestra época”, Ravelo.

De acuerdo con las cifras del INEGI, que señalan que hasta el 2015 63 de cada 100 mujeres mayores de 15 años han vivido al menos un acto de violencia en sus vidas, la investigadora del CIESAS considera que esta pandemia es evitable si se logra un pensamiento de toma de conciencia sobre lo que significa esta violencia contra las mujeres y las niñas.

 

En ese sentido, propone que los mexicanos reflexionen sobre los siguientes puntos como un primer paso para intentar disminuir los crímenes contra el sexo femenino:

 

  • Sensibilizar que es una violación de los derechos humanos
  • Establecer que es consecuencia de la discriminación que sufren las mujeres, tanto en las leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razón de género.
  • Alertar que la violencia contra las mujeres y niñas impide el avance en áreas como la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA, la paz y la seguridad.
  • Proponer que la erradicación de la violencia es posible con educación.

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