Publicado el 27/09/2016
Categoría: Sociedad
Millenials

A veces te acerca de las personas que están lejos, pero algunas veces, te aleja de las personas que están cerca. Anónimo.

 

¿Has escuchado hablar de los Millennial? Son también llamados Generación Y o Generación Peter Pan, personas nacidas entre 1980 y 2000, es decir los que tienen en este momento entre 16 y 36 años. Esta generación denominada Millennial es la que le sigue a la generación Baby Boomer y posteriormente a la Generación X, pero examinemos poco a poco como llegamos a ello.

 

Los denominados Baby Boomer (nacidos entre 1945 a 1964, tienen entre 52 y 71 años), nacieron en los años posteriores a la segunda guerra mundial, y su nombre es parte del alza en las tasas de natalidad (de ahí el nombre -baby boom-). Se enfocaron en el trabajo como eje primordial de su vida, a veces llegando a la adicción, aceptada por su generación que puede ir desde la devoción a la propia carrera en términos positivos (reforzado socialmente) en la tendencia a perder la noción del tiempo, voluntaria o involuntariamente hasta en el sentido negativo, que se caracteriza por un descuido de relaciones familiares y sociales enmascarando ansiedad, baja autoestima y problemas de intimidad por ese valor al trabajo, la productividad y no tolerar el ocio.

El baby boomer aprecia los símbolos de estatus y el crecimiento vertical en una compañía o empresa, por lo cual, mucho de su tiempo y energía se enfoca a este tipo de logros. Habría que adicionar que en esta generación como en ninguna otra, la mujer se incorpora definitivamente al mercado laboral, esta misma afiliación hace que la dinámica, hasta el momento establecida, cambie y el modelo tradicional de familia se reconfigura, trabajan los dos y los hijos están en la escuela.

 

Generación X

La llamada Generación X (de 1965 a 1981, tienen entre 35 y 51 años) toma su nombre de la novela lanzada en 1991 Generation X: Tales for an Accelerated Culture del escritor canadiense Douglas Coupland, acerca de los jóvenes adultos y sus estilos de vida a finales de los años ochenta. Los marcan momentos socio históricos como la caída del Muro de Berlín, la explosión del Challenger, los ataques terroristas en las Olimpíadas de Múnich, el suicidio en masa de Jonestown, el asesinato de John Lennon, los despidos masivos de la década de los ochenta y las crisis económicas; y se crían en un mundo violento que convive con las drogas y el SIDA.

 

Debido al retraso tecnológico de ciertos países, la clasificación dentro de la llamada Generación X y demás generaciones se puede extender varios años más, así en países de Latinoamérica y España. Las personas nacidas hasta finales de los años 80, aún son consideradas como los remanentes de la Generación X. Aunque viven la llegada del Internet, en general se identificaba con MTV y la televisión pero sufren grandes cambios atrapados entre la vida analógica en su infancia y digital en su madurez. Acepta las reglas de la tecnología y conectividad online las 24 horas: el teléfono celular, el cable e Internet, pero aún vinculados con la productividad más que con los espacios lúdicos.

 

En la herencia de la generación anterior (los Baby Boomer), no logra desprenderse del todo de las culturas organizacionales, que observa el idealismo de sus padres defraudado por los efectos de la globalización, trabajan todo el tiempo pero nunca son ricos.

No tienen héroes, pues sus principales referentes se encuentran integrados entre buenos y malos al mismo tiempo: Bill Clinton, Madonna, Michael Jackson, Bill Gates, Maradona y los Simpson. Cuando llegaban a la mayoría de edad en la década de 1990, eran considerados holgazanes y sin rumbo, entonces simplemente fueron olvidados. ¿En qué creen? En ellos mismos. Son los “Just do it” de Nike… los caracteriza en sus motivaciones.

 

 

Millennial

Todos estos antecedentes nos llevan a este momento generacional que se le ha llamado Millennial, la cual es la generación del milenio conformada por todos aquellos jóvenes que llegaron a su vida adulta con el cambio de siglo, es decir en el año 2000 (entre 16 a 36 años). Viven de la mano de la tecnología en un mundo multitareas de Internet, el teléfono móvil, las redes sociales… como sus herramientas naturales y no como un recurso tecnológico prioritario para trabajar o estudiar.

 

Lo que era un lujo para la Generación X para los Millennial son “productos básicos” debido a que no conciben la realidad sin la tecnología. Es la generación que usa más diversidad tecnológica para entretenimiento: Internet, mensajerías digitales, Reproductor de CD, MP3, MP4, DVD, Blue-Ray y en línea; entre otros. Esto conlleva a un efecto secundario: El aislamiento, el problema de crecer en un mundo virtual y esto mismo hace que solamente se relacionen a través de Internet y tienen habilidades físicas y sociales presenciales deficientes como: bailar, relacionarse cara a cara y convivir.

El Millennial tienen un claro descontento político y religioso sumado a las dificultades socioeconómicas que repercuten en encontrar un empleo y poder independizarse después de terminar la universidad (antes de terminar una carrera universitaria, casi suena imposible). Esto mismo los lleva a seguir viviendo o a regresar a casa de sus padres para retrasar la formación de un hogar, lo que convierte la situación económica actual en un círculo vicioso que los hace tener gastos de profesionales independientes, pero con reglas de convivencia adolescente en casa de los padres. El trabajo entonces se convierte en un fin y no un medio, retrasando así su entrada al mercado laboral de forma estable y sobre todo el ser independientes económica y socialmente.

 

Para los que extienden su vida universitaria o logran establecerse en el mercado laboral, priorizan las posibilidades de formación y desarrollo con la oportunidad de iniciar nuevos retos, lo cual implica muchas veces que estudien un posgrado pagado por los padres y viviendo con ellos. Esperan estabilidad y una buena remuneración, lo cual los lleva, en Latinoamérica, a pensar en un negocio propio, pero a diferencia del resto del mundo donde los emprendedores son un lenguaje común, el latino vive en la preocupación de sus obstáculos en el desarrollo empresarial: la inestabilidad económica, la delincuencia y la corrupción.

 

A diferencia de otras generaciones donde la información sólo estaba concentrada en ciertos puntos poco accesibles (las universidades y centros de investigación). Esta generación experimenta una infoxicación, es decir, un exceso de información que no necesariamente los hace tener un conocimiento más profundo de sí mismos, sino el saber mucho de todo y muy poco de nada. Esto repercute en una nueva cultura digital que cambia las formas de interacción, de trabajar, de aprender y enseñar, incluso de cómo expresarse.

 

El reto más grande es poder encontrar una zona en común con esta generación a la cual muchas veces no entiende, para lo cual prefieren sólo sorprenderse y mantenerse al margen en su teléfono celular o en la computadora de casa. El mundo laboral actual tiene jefes que están acostumbrados a los esquemas tradicionales de trabajo donde hay que ir a una oficina durante ocho horas y seguir esquemas que se han seguido por años (por tradición y no necesariamente por eficiencia). El reto implica un lugar de convivencia entre la experiencia de las empresas y el joven recién egresado, sobre todo cuando se trata de tecnología y conectividad. Estos jóvenes sobrecalificados son más propensos a aceptar responsabilidades mucho más pronto en sus carreras que las personas mayores que ellos, no tienen miedo a tomar retos, aunque tengan metas un poco ambiguas; son conscientes o muy inteligentes en cómo conocer lo que se quiere en el mercado y sabe trabajar muy bien en equipo.

 

En el proceso en el cual se logra encontrar esa convivencia entre lo tradicional y los Millenials, podemos ver en el plano emocional, que existen sentimientos encontrados entre la soledad de no ser parte de nada y la falta de hambre por lograr sus objetivos, tal vez porque estos últimos son un poco ambiguos. O bien, son demasiado elevados por la información que reciben del mundo en general y, en su territorio, lo ven como inalcanzable o en el otro extremo. Se reconocen con pocas posibilidades de crecimiento aun al lado de sus padres y lejanos de la independencia económica y/o empresarial. Frecuentemente esto los lleva a estados emocionales de frustración y tristeza constante que repercuten en sus decisiones fundamentales.

Aunque pueden existir infinidad de aplicaciones digitales para la comunicación, en México el día a día de sus relaciones emocionales se desarrolla en Facebook y WhatsApp. Creando muchas veces estas relaciones dobles entre lo virtual y lo presencial. Aumentando la presencia con los demás de manera virtual pero también generando fricciones que pueden llevar al término de una relación por el comportamiento virtual.

 

Incluso en la vida escolar está en discusión, pues mientras por un lado los avances tecnológicos han llevado a un acceso a la información inusitada, pues casi con un clic podemos encontrar lo que antes nos llevaba horas o días en bibliotecas y librerías, por otro lado, la escuela no se termina al sonar la campana. Hay que seguir conectados para hacer tarea, conseguir información, trabajar en una plataforma educativa o enviar el trabajo a un correo electrónico antes de las 12 de la noche.

Es así que no pensemos que vivir en un mundo accesiblemente tecnológico es un lugar fácil, tiene oportunidades y dificultades, como cada momento histórico vivido. Esto incluye la vida emocional.

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