Publicado el 29/11/2022
Categoría: Salud
Terapia Ocupacional

Tomar decisiones llega a ser difícil en algunos contextos, más aún si pensamos en la decisión de tratamientos médicos o de rehabilitación, especialmente si consideramos que en algunas circunstancias la elección termina no siendo propia, sino del médico o especialista de la salud que nos está atendiendo.

La Terapia Ocupacional es una profesión de la salud centrada en la persona tratada, se interesa en la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación. El objetivo principal de la TO es permitir que la gente participe en actividades de la vida diaria. Los terapeutas ocupacionales logran este resultado trabajando con las personas y las comunidades para mejorar su capacidad de participar en las ocupaciones que quieran, necesiten o esperen hacer mediante la modificación de la ocupación o el ambiente para apoyar su compromiso ocupacional (WFOT 2012).

La terapia ocupacional es relativamente nueva en nuestro país, se cuenta con documentos de los años sesenta que refieren la capacitación de personal como asistentes o técnicos en TO, en México esta profesión está ampliamente enfocada a la perspectiva clínica, y encontramos a muchos de ellos en los centros de rehabilitación física, aunque cabe destacar que nuestro trabajo se proyecta mas allá de lo imaginable, ya que, al trabajar con la ocupación como principal herramienta, trabajamos con todo aquello que compete a la vida humana, un ejemplo de ello es el trabajo de terapeutas ocupacionales en centros penitenciarios, de la mano con los migrantes, en personas que abusan de sustancias nocivas y en cómo los terapeutas ocupacionales creamos programas para saber responder ante desastres naturales como huracanes, terremotos, etc.

Al iniciar un tratamiento de terapia ocupacional, es importante utilizar el protocolo SOAP, que es en realidad una nemotecnia que se aplica a varios contextos profesionales y que considera los siguientes aspectos:

  • Subjetivo: Es lo que podemos observar a simple vista al momento de la primera intervención de un paciente o usuario, también es la información recolectada por medio de entrevistas al mismo usuario y/o a la familia.
  • Objetivo: Es lo que podemos medir por medio de una evaluación o escala estandarizada y que podemos en muchas ocasiones trasladar a número y/o valores y por ende a estadísticas.
  • Análisis: Es la interpretación de lo objetivo enfocado hacia la necesidad de satisfacer y/o compensar la deficiencias.
  • Plan: Es el tratamiento que se piensa otorgar en base al objetivo y al análisis así como la expectativa de los resultados de los componentes.En el artículo del día de hoy realizaremos una reflexión entre el Objetivo, el Análisis y el Plan.

Para poder justificar los beneficios y avances dentro del tratamiento, es imperativo contar con una historia clínica donde se presente la evaluación competente, así como los resultados del plan de tratamiento en base a la misma, lo que me lleva a la siguiente reflexión: Algunas veces medimos lo que medimos porque lo podemos medir… no medimos lo que deberíamos de medir porque es más difícil y más complejo. Entonces usamos medidas fáciles para inferir cosas acerca de las mediciones difíciles (Simmonds 1997).

Por poner un ejemplo mas claro, digamos que para lograr establecer un tratamiento de intervención, desde cualquier especialidad, es imprescindible el poder realizar una valoración exhaustiva, si vamos con un cardiólogo necesitaremos probablemente un ecocardiograma, si vamos con un neurólogo es probable que nos solicite un electroencefalograma, si vamos con un terapeuta ocupacional tendrá que evaluar el desempeño de nuestras actividades cotidianas y/o funcionales de nuestro rol social y de nuestras propias inquietudes como individuos ya que, como ya se ha mencionado anteriormente, es de vital importancia poder medir los resultados de la terapia mediante la documentación del tratamiento y los avances que produce.

Existe una variedad extensa de valoraciones estandarizadas enfocadas a objetivos específicos de la terapia ocupacional.

En cuanto a actividades cotidianas podemos mencionar:

  • Barthel: Es una escala muy sencilla utilizada a nivel mundial que mide 10 aspectos de la vida diaria y que nos da la noción de qué tanta dependencia/independencia tiene cada persona.
  • Medición Canadiense del Desempeño Ocupacional COPM (Por sus siglas en inglés: Canadian Occupational Performance Measure): Esta fue desarrollada bajo el apoyo constante de la Asociación Canadiense de Terapia Ocupacional, que es una de las más antiguas en este campo, se centra en lo que el usuario o paciente considera primordial para su tratamiento en base a actividades cotidianas.

Existen escalas de evaluación específicas para cada especialidad dentro de la terapia ocupacional, un ejemplo que les puedo dar desde mi experiencia profesional con personas que tienen daño neurológico es la Assisting Hand Assessment, que es una escala de evaluación de origen Sueco (desarrollada por el Instituto Karolinska) que tiene diversas variables para evaluar la función manual en pacientes con desventaja unilateral de miembro superior por parálisis cerebral, lesión del plexo braquial, deficiencia de miembro superior, diparesia e ictus cerebral en adultos.

Para hablar de todas las evaluaciones que se utilizan en terapia ocupacional, sería necesario compilar un libro, ya que el tratamiento es muy basto desde diversas perspectivas, no sólo la clínica, hay un componente social, artístico, y antropológico muy importante que involucra a la terapia ocupacional, y para cada una de las intenciones existe una herramienta de evaluación que nos puede ayudar a justificar y medir lo que hacemos en el día a día.

Pero una escala que me gustaría destacar y colocar como base fundamental de todas las demás, es la Goal Attainment Scaling (GAS) que se basa principalmente en la actividad significativa y nos demuestra por medio de varios artículos científicos que el establecimiento de los objetivos se deben hacer en conjunto con el paciente/usuario, poniendo como prioridad las necesidades del mismo, esto está demostrado incluso en pacientes pediátricos a quienes con frecuencia se pasan por alto por suponer que al tener corta edad no serán capaces de determinar sus necesidades y deseos.

Como bien lo define la Federación Mundial de Terapeutas Ocupacionales, nuestra profesión se centra en el cliente, en el usuario o en el paciente, como quiera que llamemos a la persona que solicita nuestros servicios; es por ello de vital importancia establecer un vínculo de confianza y comunicación en el que se le dé prioridad a los deseos y preocupaciones de los mismos, basados en objetivos funcionales y/u ocupacionales.

Existen paradigmas en cuanto al establecimiento de objetivos, un ejemplo claro se puede observar en los adultos mayores, se les imagina trabajando con agujas y tejidos, jugando bingo o lotería, cuando en realidad, se han presentado artículos muy interesantes respecto a adultos mayores involucrados con tecnología como lo son las tabletas electrónicas y debo decir con bastante orgullo que, desde esta perspectiva, tengo un paciente de 90 años que al iniciar un diplomado sobre Historia Universal (hace un par de meses) me pidió que cambiáramos el rumbo de la terapia para que por medio de su IPad lograra tomar apuntes, fotografías, videos e incluso realizar cuestionarios en línea.

El establecimiento de objetivos en cualquier tratamiento tiene que llevar un respaldo científico, pero debemos destacar la importancia de la expectativa y el significado que cada meta tiene para cada usuario en base a la vida propia del ser humano, trabajando de la mano, terapeuta con paciente, los resultados de la terapia serán mucho mejores y espectacularmente significativos.

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