Publicado el 25/09/2017
Categoría: Estilo de Vida

¿Alguna vez has pensado cómo se sentiría no escuchar sonido alguno?

 

La discapacidad auditiva depende del grado de pérdida del sentido del oído. Puede ser limítrofe, superficial, moderada, severa o profunda. Las causas que originan la sordera, la mayoría de las veces son desconocidas y otras veces son congénitas. Existen muchas personas que carecen de este sentido y por lo tanto aprenden a desarrollar otras habilidades para comunicarse.

 

La sordera afecta a la persona principalmente en el área de la comunicación verbal, por esta razón el lenguaje que utilizan es el lenguaje de señas, el lenguaje visual, la lectura labial, entre muchos otros y que depende del grado de sordera que se tenga.

 

El lenguaje labial se refiere a comunicar y reconocer mensajes y palabras por medio del movimiento de los labios o la lengua. Este tipo de comunicación requiere mucha preparación de la memoria visual y de capacidad de atención. La expresión debe hacerse con enunciados cortos y sencillos, aunque en ocasiones es cansado y puede ser difícil porque algunas sílabas tienen el mismo punto de articulación.

 

En el lenguaje bimodal se muestran símbolos visuales al mismo tiempo que se vocaliza; esto ayuda a tener un apoyo visual que permite conocer mejor lo que se le quiere transmitir por medio de signos (imágenes).

 

El lenguaje de señas es el más utilizado, está conformado por comunicación gestual, espacial y percepción visual. Por medio de éste, las personas que presentan sordera  pueden establecer contacto con su entorno social y con personas que conocen este lenguaje.

 

En nuestro país existe la Lengua de Señas Mexicana (LSM), lenguaje que se conforma de símbolos visuales con una estructura que ayuda a potenciar la comunicación de personas que presentan sordera.

 

Además de aprender algunas de estas formas de comunicación, una persona con discapacidad requiere un apoyo psicopedagógico para potenciar su comunicación y se puede trabajar de la mano con instituciones especializadas. En este proceso de enseñanza-aprendizaje es necesario que se involucre la familia y las personas que conviven frecuentemente con quienes presentan esta discapacidad pues esto, sin duda, ayuda a una mejor adaptación social.

 

Actualmente, en México existen cada vez más espacios para concientizar sobre las personas con discapacidad.

Papalote Museo del Niño, tiene entre sus objetivos, sensibilizar a los niños sobre esta condición que muchas personas presentan. En la zona de Comunico, los niños pueden experimentar con una exhibición donde se puede conversar a través del lenguaje de señas; forman cada una de las letras con sus manos sobre una mesa que muestra el alfabeto y, a la vez, pueden acomodar sus manos para reflejar la sombra de cada seña o letra. Con esta actividad, los niños comprenden que hay personas que requieren desarrollar otras formas de comunicación, además de la verbal, permitiéndoles estar en contacto con quienes les rodean.

 

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