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Publicado el 24/08/2015
Categoría: Salud

Suman casi mil millones y el futuro del mundo dependerá de su salud. El informe ‘Salud para los adolescentes 2014’, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), analiza cómo los hábitos y la atención que se brinda a la población de entre 10 y 19 años de edad, repercutiría en la siguiente generación.

Mala alimentación y falta de actividad física van en contra de los adolescentes. “Esos comportamientos tienen un grave impacto y sus efectos serán devastadores en la edad adulta”, cita el estudio.

Pero no todo es negativo. Para la OMS, esta etapa ofrece la oportunidad de corregir problemas surgidos en los 10 primeros años de vida. Peré aconseja afianzar hábitos saludables: tres comidas fuertes al día, dos colaciones de frutas, yogur y cereales integrales; y agua como bebida principal.

La adolescencia supone un cambio importante en la forma en que se realiza actividad física. Se pasa de la práctica irregular que supone el juego a una regularidad y orden del ejercicio, mediante entrenamientos o competiciones deportivas. Desafortunadamente, en muchos casos también supone el inicio de una larga etapa de sedentarismo.

 

Según los datos del estudio ANIBES publicados en el año 2016, entre la población general un 62,6% de los adolescentes no cumplen con las recomendaciones sobre práctica de ejercicio físico saludables. Este elevado grado de sedentarismo es mucho mayor entre las chicas que entre los chicos. En este sentido es preocupante la tendencia en la que se comprueba que los adolescentes realizan menos actividad física que los niños, lo cual indica que muchos niños se vuelven sedentarios justo durante la adolescencia.

 

NO LO OLVIDES…  Mantener una alimentación saludable parece un objetivo inalcanzable, algo poco habitual entre los adolescentes en nuestros días. El consumo de alimentos procesados parece ganar protagonismo, gracias a su sabor, rapidez y bajo cost0. No obstante, merece la pena insistir en luchar contra esta tendencia pues una alimentación saludable es la base de la prevención de muchos problemas de salud en el futuro.

A pesar de poder producirse en cualquier edad, los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son extremadamente preocupantes en esta edad. La anorexia nerviosa, la bulimia, los trastornos por atracón, así como otros trastornos asociados a la conducta alimentaria tienen en común una alteración de la percepción de la imagen corporal sobre la base de un trastorno psicológico.

 

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