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Publicado el 28/07/2015
Categoría: Cultura

Tammy Ruggles fue declarada legalmente ciega cuando tenía 40 años, aún cuando nació con retinosis pigmentaria, por lo cual no solamente perdió su trabajo sino toda su vida… al menos como la conocía.

Desde pequeña demostró talento para la fotografía con una Polaroid que le regaló su madre.

En 2013, Tammy ya no podía conducir, trabajar o dibujar, pero sabía lo relativamente sencillo que es probar una cámara digital, por lo que decidió hacer la prueba. Tal y como ella misma explica, «ser legalmente ciego no implica ser completamente ciego». 

 

Explica: «todo lo que veo es extremadamente borroso, en cierto modo, como cuando la lente de una cámara está tan desenfocada que no puedes distinguir una persona de un árbol, o ver dónde empiezan y dónde acaban tus pasos, o dónde está la puerta del lavabo, o cuáles son los rasgos de una persona. Veo las formas generales de las cosas, y cuanto más cerca estoy de algo mejor puedo determinar lo que es».

 

Ya no necesitaba un laboratorio para revelar una fotografía, todo podía verlo en un monitor de 42″ porque la misma cámara revelaba las fotos. Ya no necesitaba ver los ajustes porque podía poner el programa automático.

 

Gracias a la tecnología podía volver a ser fotógrafa.

En este link puedes consultar algo de su trabajo.

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