\r\n
\r\n
La antigua tradición en China, donde el deformar los pies era la regla
\r\n
\r\n
Mi abuela solía decirme que a las mujeres en china les colocaban -desde que eran niñas- zapatos de madera para evitar que los pies les crecieran. Si bien nunca fue cierto lo de los zapatos de madera, sí lo es la parte en la que se debían mantener los pies pequeños.
\r\n
Esta antigua práctica lleva el nombre de chánzú (纏足) que significa “pies vendados” aunque también se le conoció a esta costumbre como “pies de loto”. La leyenda cuenta que el vendaje de los pies tuvo sus orígenes durante la dinastía Shang (1700-1027 a.C.); en ese tiempo nació una emperatriz con pie equinovaro -una deformidad congénita del pie- por lo cual fue obligatorio para el resto de las mujeres de la corte tener el pie en similares condiciones, encontrando sumamente práctico fracturar los huesos del pie y colocar vendajes que emularan la postura del pie de la emperatriz. Sin embargo, y contradiciendo en tiempo a la leyenda, las primeras evidencias de pies vendados se remontan a los tiempos de la dinastía Song (960-1279 d.C.) durante el reinado Li Yu, quien gobernó China entre los años 961-975. Li Yu se enamoró frenéticamente de una de sus concubinas de nombre Yao Niang, quien para gustar a su rey se vendó los pies con seda a fin de darles la forma de la luna creciente, y así bailó la Danza del Loto.
\r\n
Existe el consenso de que a partir de la dinastía Song, el vendaje de pies se hizo una práctica común entre las familias chinas, describiéndose la técnica en escritos que datan de los siglos XI y XII; al respecto Zhang Bangji describió que los pies deben quedar “arqueados y pequeños”. En un inicio, el vendaje era realizado en las hijas (desde los dos años de edad) y esposas de oficiales chinos, posteriormente se extendió su uso a la población de mujeres en general con la idea de que esta tendencia aumentaría las probabilidades de ingresar a la nobleza y por consiguiente incrementar los recursos de las mujeres que se sometían a esta tradición. También fue un símbolo de belleza en el que poseer pies pequeños constituyó casi un requisito para encontrar esposo, y al mismo tiempo, fue parte del orgullo familiar tener integrantes con pies pequeños. El tamaño ideal era un pie de 6-7 centímetros de longitud, a lo que se llamaba “pie dorado de loto”, mismo que posteriormente era cubierto con zapatillas de seda acorde al tamaño del pie éstos fueron llamados “cestos de flores”.
\r\n
En el Siglo XVII, época de la dinastía Manchú, se intentó prohibir el vendaje de pies sin resultados fructíferos, no siendo sino hasta el año de 1874 que se creó un comité antivendajes en Shanghái siendo presidido por un sacerdote inglés.
\r\n
Finalmente, durante la dinastía Qing, en 1912, fue criminalizado el acto de vendarse los pies y en 1915 eran multados quienes no obedecían la ley. A pesar de las disposiciones del gobierno, en algunos lugares de China se continuó la práctica del vendaje de pies hasta que en 1949, un año después de la instauración del régimen comunista, quedó totalmente abolida esta dolorosa tradición.
\r\n
Hay quienes asumen que el vendaje de pies no era precisamente simbología de belleza, gracia y nobleza; sino que más bien se trataba de una práctica por demás sexista y controladora, que limitaba en gran medida la movilidad física de las mujeres y por supuesto un acto de subyugación y sometimiento en el que la esposa se veía totalmente inhabilitada para alejarse de su casa o bien de huir del marido.
\r\n
En el año 2010, Rennie Howard describió el caso de una mujer de 102 años que fue sometida al vendaje a los 5 años de edad, documentando superficialmente las deformidades encontradas y en el 2013 Yaogong describió el caso de una mujer de 86 años en quien se realizó el vendaje a los 8 años de edad presentando un arco plantar sumamente elevado y deformidades complejas en los dedos, la mujer tuvo dolor prácticamente durante toda su vida y su capacidad para caminar se vio sumamente reducida. Y es que el proceso del vendaje no era cosa fácil: todo iniciaba antes de que se formara el arco plantar, es decir, antes de los 5 años prolongándose el procedimiento a veces por años. Primero se sumergían los pies en una infusión caliente de hierbas con el fin de ablandar los tejidos blandos, posteriormente se cortaban las uñas para evitar su crecimiento sobre la piel contraria y finalmente los pies se doblaban de tal modo que la punta de los dedos intentaran tocar la planta de los pies doblando por la mitad cada pie en su totalidad, provocando de manera natural fracturas en diversos huesos de la extremidad vendándolos progresivamente hasta que se consolidaran las fracturas en la forma deseada.
\r\n
Evidentemente, una deformidad de esta naturaleza, le impediría a cualquier humano desplazarse de un modo natural visto desde una perspectiva biomecánica, trayendo como consecuencias a largo plazo acortamientos musculares, lesiones ligamentarias, óseas y articulares no solo en los pies sino también en quienes forman parte de la totalidad del miembro inferior, ya sea la rodilla y/o la cadera.
\r\n
Referencias:
\r\n\r\n
- \r\n
- Gu Y, Li J, Li Z. Deformation of female foot binding in China. J Clin Rheumatol.2013 Oct; 19(7):418.
- Howard R1, Pillinger MH. Consequences of Chinese foot binding. J Clin Rheumatol.2010 Dec; 16(8):408.
\r\n
\r\n
\r\n
- \r\n
- Cummings SR1, Ling X, Stone K. Consequences of foot binding among older women in Beijing, China. Am J Public Health. 1997 Oct; 87(10):1677-9.
\r\n