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Publicado el 24/06/2019
Categoría: Cultura

En México, así como en la mayoría de los países desarrollados, la principal causa de mortalidad infantil no debida a enfermedad es la originada por accidentes en vehículos de automotor. Es muy común que aquellos niños que mueren o se lesionan en accidentes de tránsito no se encuentren en un asiento infantil especial para su uso en automóviles. En Latinoamérica sigue siendo una práctica frecuente la de no usar este tipo de asientos, y peor aún, la de llevar al menor en los asientos delanteros o bien ¡sobre las piernas del conductor!

En un estudio realizado por Braver, se estimó que los niños que viajan en los asientos posteriores del vehículo reducen el riesgo de mortalidad hasta en un 36% independientemente del uso de asientos especiales para niños. En otro estudio realizado por Kahane se concluyó que el uso adecuado de asientos infantiles disminuye la mortalidad hasta en un 71% y lesiones severas en un 61%. Por otro lado, el uso de asientos en posición inversa (el niño viendo hacia la parte posterior del automóvil) redujo el índice de lesiones hasta en un 91%.

Al elegir un asiento infantil para el automóvil se debe de considerar, en principio de cuentas que sea nuevo, ya que un asiento usado puede tener partes flojas o en mal estado poniendo en riesgo la seguridad del niño; y el segundo factor y no menos importante, es la edad del menor debido a que el peso y la talla intervienen en gran medida en el tipo de lesiones que pudiera sufrir el pequeño pasajero en caso algún accidente; actualmente existen guías internacionales acerca de la elección adecuada del asiento en función de la edad del usuario.

Niños menores de un año o de menos de 10 kg

Siempre debe de ir en la parte trasera del automóvil y el asiento ideal es aquel en el que la cara del niño se dirige a la parte posterior del automóvil. En este tipo de asientos los tirantes o arneses suelen ser paralelos y pasan por encima de ambos hombros. Ees importante que el niño se ajuste adecuadamente al tamaño del asiento según lo indique el instructivo del mismo. En Estados Unidos se recomienda su uso hasta los dos años y en el Reino Unido hasta los 4, aunque la Academia Americana de Pediatría recomienda su uso obligado al menos hasta que el niño cumpla un año de edad. Debemos recordar que ningún menor de 13 años debe de ir en el asiento del frente sobre todo si su automóvil cuenta con bolsas de aire.

Niños de 1 a 3 años

A partir del año o hasta alcanzar los 22 kg, algunas guías recomiendan el uso de asientos en los que el niño queda mirando hacia la parte frontal del automóvil aunque en estudios estadísticos recientes se ha demostrado que a esta edad es más seguro colocar el asiento de un modo inverso, es decir, con la cara del niño dirigida hacia la parte posterior del vehículo. Un buen indicador para determinar si el asiento a elegir debe ir dirigido al frente es el control del tronco del niño, ya que en teoría se debe de emplear este dispositivo cuando el niño ya puede poner de su parte para evitar su proyección frontal en caso de paradas de emergencia o choques frontales.

Niños de 4 a 7 años

En este periodo de edad se recomienda el uso de asientos infantiles con vista al frente del vehículo, siempre ubicándolo en el asiento posterior. Si el niño ya rebasó las especificaciones de tamaño o peso para el asiento adquirido (generalmente hasta alcanzar los 36 kg), lo ideal es el uso de un asiento tipo booster o asiento de seguridad, el cual no tiene el componente del respaldo y su utilidad radica en elevar la posición del niño sobre una base firme; dicha elevación va a permitirle mantener el cinturón de seguridad en la posición correcta con la tira diagonal pasando de su hombro hasta la hemipelvis contralateral (hombro derecho-hemipelvis izquierda) y la tira horizontal sobre las dos prominencias óseas que se encuentran a nivel de la pelvis (nunca a través del abdomen o del tórax); de ningún modo debe emplearse un asiento tipo booster si el respaldo del asiento trasero del automóvil no es alto o bien si el cinturón de seguridad no cuenta con los dos componentes descritos previamente.

Niños mayores de 8 años

A partir de los 8 años el menor deberá seguir empleando el asiento de seguridad tipo booster, y si su peso es mayor a los 36 kg con una talla de más de 1.45 m  ya se encuentra listo para el uso del cinturón de seguridad del vehículo según las leyes canadienses, siempre y cuando su correcto empleo sea supervisado por un adulto debiéndose colocar como lo describimos en el párrafo anterior.

Algunas lesiones frecuentes

Lesiones por el cinturón de seguridad. Ocurren por una inadecuada posición del componente horizontal del cinturón de seguridad; genera lesión de las vísceras abdominales, de la pared abdominal y fracturas vertebrales. El asiento tipo booster, con o sin respaldo, ayuda a prevenir estas lesiones.

Expulsiones. El niño puede salir proyectado del vehículo si no tiene puesto el cinturón de seguridad o si éste se encuentra flojo o suelto. El uso apropiado del cinturón de seguridad previene en gran medida las expulsiones.

Lesiones laterales. Ocurren cuando el impacto al vehículo ocurre en los segmentos laterales del mismo. Algunos recomiendan sentar al niño en la parte central del vehículo para evitar lesiones en caso de este tipo de impactos.

Lesiones por bolsas de aire. Se generan cuando el niño se sienta en el asiento frontal del vehículo, puede provocar la muerte o lesiones serias que involucran el cráneo y la columna cervical. En algunos vehículos existen bolsas de aire laterales en los asientos posteriores, en caso de transportar niños, deben ser desactivadas.

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