Me sentí muy contenta de haberlo logrado, dos horas y media y nadé tres kilómetros.
Julieta del Carmen Gutiérrez refiere que, luego de temerle a las albercas por un trauma de la adolescencia, terminó disfrutando de la natación hasta el punto de obtener reconocimientos por ello
Toda su vida, esta tapatía, temió meterse al agua por aquella experiencia cuando una de sus amigas la aventó a una piscina y por poco se ahoga. Tragué agua, un zumbido en la cabeza, no, no, no, fue una impresión tremenda que no quise volver a meterme a una alberca.
Un poco de historia
A los 40 años de edad se le paralizó la mitad derecha de su cuerpo por artritis, estuvo así cinco años, pero gracias a un médico que la motivó a tomar terapias superó el padecimiento y volvió a la actividad física… mucha.
A los 60 años ganó un tercer lugar en un maratón de ejercicios aeróbicos en el gimnasio al que asistía.
A los 65 años ganó el segundo sitio en un concurso de abdominales para mayores de 30 años: hizo 2,032 y se detuvo porque su hija se lo pidió, no porque estuviera cansada.
Cinco años después, a la edad de 70 años, su médico le advirtió que debía nadar porque le detectó un problema en la columna: «tiene que aprender a nadar para mantener a sus vértebras en su sitio»; ella replicó, que le tenía mucho miedo al agua…. y pues «aprende a nadar o aprende a andar en silla de ruedas» contestó su médico.
Rafa, el dueño de las albercas donde practicaba natación, le propuso que participara en el Maratón Acuático de Santa María del Oro; y aunque fue renuente al inicio finalmente la convenció, y el 20 de marzo compitió en la categoría para personas de la tercera edad.
Julieta del Carmen recuerda: el que tenía mayor edad era de 70 años, y a media laguna ya no pudo y se regresó en la canoa, era el que más se me acercaba. Y más que ganar la competencia, Julieta fue la única que concluyó el maratón… y le sobraron energías. Sentí una mano en la cabeza, era Rafa, que me dijo que ya había terminado.
Al salir de la laguna los mayores vítores se los llevó ella entre la multitud que la esperaba, Me volví el centro de todo el evento, yo sabía que había otros campeones pero la gente se concentró en mí, me aplaudían, me gritaban, por la edad, supongo.