Publicado el 09/03/2022
Categoría: Salud

La ludopatía es un proceso patológico de la conducta que afecta a muchos individuos en nuestra sociedad actual y que se relaciona con la oferta desmesurada de los casinos en nuestras ciudades principales. Este desorden provoca el deterioro progresivo del paciente y constituye una enfermedad con profundas repercusiones sociales.

Desde 2000 años A.C. los juegos de azar han estado presentes en numerosas civilizaciones antiguas como la egipcia, griega y romana, donde se les consideraba una de las principales pasiones de las clases más altas.

El término «Ludopatía» se origina del latín “ludus” que significa “juego” (entre otras muchas acepciones) y la palabra griega “pato” que significa “afección, enfermedad o pasión”, por lo cual ludopatía tendría dos significados: enfermedad del juego y pasión por el juego.

Llamamos “juego” a una actividad en la que un sujeto arriesga un objeto de valor –por lo general, dinero– a cambio de la posibilidad de conseguir otro pero de valor superior. Debemos distinguir varios tipos de juegos. En todos ellos intervienen factores de azar, los llamados juegos de técnica se caracterizan porque el respeto a las normas, la capacidad y el entrenamiento de los participantes se identifican como determinantes del resultado.

En el llamado juego de azar es manifiesta la independencia entre la conducta del sujeto y el éxito o fracaso final. El juego social se practica en el marco de una relación, su duración está pactada y las pérdidas se determinan previamente.

En el juego profesional, los riesgos son limitados y la disciplina es central, por lo cual la destreza del sujeto ocupa un lugar prioritario respecto al factor azar.

En cambio, en el juego patológico o ludopatía, la actividad parece dirigida a controlar las leyes del azar, es recurrente y origina en forma progresiva un deterioro en la vida y entorno del sujeto afectado.

El Manual de Diagnóstico y Estadística de los Desórdenes Mentales que publica la Sociedad Americana de Psiquiatría (DSM IV) considera que la ludopatía o juego patológico es un comportamiento lúdico desadaptativo, persistente y recurrente, que altera la continuidad de la vida personal, familiar o profesional del individuo que la padece en ausencia de un episodio maníaco.

Según el DSM-IV, para el diagnóstico de Juego Patológico (F63.0) se requieren cinco o más de los siguientes ítems:

  1. Preocupación frecuente por el juego o por obtener dinero para jugar.
  2. Jugar frecuentemente con una mayor cantidad de dinero o por un período más largo con relación a lo previsto.
  3. Necesidad de incrementar el volumen o la frecuencia de las apuestas para conseguir la excitación deseada.
  4. Intranquilidad e irritabilidad en caso de no poder jugar.
  5. Pérdidas repetidas de dinero debido al juego y reiteración en la conducta de jugar con la finalidad de recuperar lo perdido.
  6. Repetidos esfuerzos por abandonar o reducir el juego.
  7. Sacrificio de obligaciones familiares, sociales u ocupacionales para poder jugar.
  8. Persistencia en el juego (incapacidad de abstención) a pesar de la imposibilidad de pagar las deudas crecientes sin que importen problemas significativos, como los legales por ejemplo.

La ludopatía produce en los que la padecen una extraña atracción que les conduce, de manera impulsiva y descontrolada, a jugar exageradas cantidades de dinero que siempre acaban por perder. El afán por jugar conduce a pedir dinero prestado y comienza así un círculo de deudas, noches de juego y decadencia del que es muy difícil salir.

Ya no les es posible dejar de jugar pues el no hacerlo provoca un febril estado de ansiedad que sólo desaparecerá cuando vuelvan a apostar. Ya no es la ganancia lo que ambicionan, es el juego en sí lo que persigue, la sensación de apostar, de estar sentado frente a un tallador o a una máquina tragamonedas. No es posible parar, no hay límites, entonces la totalidad de sus ingresos se va en apuestas, en pagar deudas de juego o pago de préstamos.

Acto seguido, venderán sus cosas o se privarán de servicios, incluso alimentos; y, finalmente, el robo o el fraude serán sus últimos recursos.

En esta situación, hechos como el suicidio o un acto criminal pueden ocurrir en cualquier momento. A la ruptura laboral y social sobreviene inexorablemente la desintegración familiar. Lejos de haberse convertido en un jugador profesional de éxito, el ludópata es una persona con un desorden mental que termina sin recursos económicos y con el único destino que vivir de la caridad pública, ir a la cárcel o ingresar a un centro de rehabilitación.

El juego patológico representa un importante reto terapéutico. Su tratamiento incluye acercamientos cognitivo conductuales, grupos de autoayuda y terapia de grupo o el empleo de psicofármacos.

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