El corazón es uno de los órganos más importantes del cuerpo. Sin embargo, solemos pasar por alto la salud cardiovascular hasta que ya es demasiado tarde de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los problemas cardíacos están entre las principales causas de fallecimiento del mundo, siendo la cardiopatía isquémica la mayor causa de defunción.

La buena noticia es que los problemas asociados a patologías cardiacas pueden ser evitados implementado algunas rutinas y hábitos de vida saludables, como por ejemplo:

1. Actividad física. El pilar de la salud cardiovascular.

Uno de los pilares de la salud cardiaca es la actividad física. El corazón, al igual que ocurre con los músculos del cuerpo, necesita ejercitarse para mantenerse sano. En este sentido, mantener una rutina de actividad física diaria es crucial para cuidar no solo del corazón, sino de todo el organismo. Esta no tiene por qué tener una intensidad y duración muy altas, pues media hora al día bastarán para ejercitar el corazón y potenciar la salud cardiovascular.

Entre los deportes más recomendados, encontramos los ejercicios aeróbicos, tales como el ciclismo o la natación. Según la Fundación Española del corazón, caminar al menos 30 minutos al día, a paso rápido y durante 5 días a la semana, ya reduce el riesgo cardiovascular hasta un 11%

2. La dieta. Un factor clave para mantener sano tu corazón.

Otro factor clave a la hora de mantener una buena salud cardiovascular es la dieta. Junto con el sedentarismo, la mala alimentación es una de las causas más comunes a la hora de desarrollar alguna cardiopatía. Entre la lista de productos más recomendados para proteger la salud cardiovascular encontramos el pescado azul, la fruta, la verdura, las nueces y los productos integrales. Así mismo, evita el consumo de grasas trans, presentes por ejemplo en la bollería industrial.

3. Seguimiento. La opinión de tu médico es la más importante.

Ya sea porque planeas implementar rutinas de deporte algo más exigentes en tu vida o porque quieres comprobar tu estado de salud general, los chequeos relacionados con la salud cardiovascular son cruciales. No solo medirán los niveles de los que partes, sino que podrán detectar o descartar posibles problemas que pudiera haber en fases tempranas.

4. Prescinde del alcohol y del tabaco.

Tanto el tabaquismo como un consumo elevado de alcohol se asocian con un aumento del riesgo de sufrir cardiopatías, además de estar asociados a otros problemas pulmonares y hepáticos. Respecto al tabaco, lo ideal será dejarlo por completo. En relación al alcohol, lo ideal será consumir la menor cantidad posible, limitándolo, como máximo, a una copa de vino al día.

5. El estrés. Uno de los mayores enemigos de la salud cardíaca.

Un riesgo ampliamente estudiado que se asocia de manera frecuente con las cardiopatías es el estrés. Este tiende a normalizarse y en muchos casos no somos conscientes de sus efectos hasta que ya es demasiado tarde. Para bajar los niveles de estrés, lo ideal es que no prescindas de tus momentos de ocio o que recurras a técnicas como la meditación mindfulness.

6. No dudes en consultar y compartir experiencias sobre la salud cardiovascular.

Puede parecer que este punto tiene poca relación con la salud cardiovascular, sin embargo, la motivación a la hora de implementar nuevos hábitos es clave para mantenerlos instaurados. Es por ello que consultar dudas o compartir tu propia experiencia no solo te ayudará a ti, sino que podrá motivar a otros a mejorar la salud de su corazón.

7. Chécate. Comprueba de forma regular tu tensión arterial.

La tensión es uno de los parámetros más relacionados con la salud cardiovascular, por lo que realizar comprobaciones regulares es importante, en especial si ya has sufrido problemas cardiacos, eres diabético o tienes problemas renales, pues existe una relación directa entre estos problemas y la salud cardiaca. En general, una comprobación anual será suficiente en adultos sanos. Y recuerda, tu presión arterial es normal si se encuentra por debajo de 120/80 mm Hg.

8. Cuída tu alimentación. Mantén estables tus niveles de colesterol y glucosa.

El colesterol y la glucosa son otros de los valores que debes mantener a raya para evitar los problemas cardiacos. Si estás teniendo buenos hábitos en torno a la alimentación y evitas el sedentarismo mediante la actividad física, lo más probable es que estos no te supongan ningún problema.

9. La grasa de abdomen, un buen indicativo del estado de salud cardiovascular

La grasa del abdomen o grasa visceral aumenta el riesgo de padecer diabetes tipo 2, colesterol e hipertensión, además de elevar los triglicéridos, lo cual puede aumentar el riesgo de desarrollar patologías cardiacas. Para combatirla o evitarla, el deporte y la alimentación son clave, siendo las medidas ideales 88 cm en mujeres y 102 en hombres.

10. Vigila los antecedentes familiares y tu predisposición genética.

Por último, no hay que pasar por alto que la genética es un factor de riesgo presente en múltiples cardiopatías. Si has tenido casos familiares cercanos, comprobar el estado de tu corazón mediante un chequeo es clave, especialmente a partir de los 40 años. Tanto para comprobar estos factores como para realizar chequeos puntuales, lo ideal es que acudas a centros que cuenten con unidades de referencia.